La gestión municipal de la UCR, que llegó de la mano del Frente Progresista Cívico y Social, y que actualmente también se acercó al gobierno nacional de Cambiemos, lleva más de 9 años al frente del poder ejecutivo: un mandato de 4 años de Mario Barletta y más de 5 años ya de José Corral.
Durante estos más de 9 años, las crecidas del río se convirtieron, cada vez más, en inundaciones recurrentes para barrios como La Vuelta del Paraguayo. Como solemos sostener, las crecidas de los ríos son eventos naturales, pero las inundaciones son producto de la acción del hombre, y, en este caso particular, de los distintos gobiernos que las manipularon para imponer un discurso según el cual estos barrios se ubican dentro del valle aluvial de los ríos o en «reservorios naturales”, y deben ser desalojados sus habitantes.
Durante estos más de 9 años, el gobierno municipal nos planteó una forma de evacuación que no contempla ni la opinión ni la participación de los vecinos de La Vuelta del Paraguayo. Un “plan de contingencia” y una supuesta “gestión del riesgo” de la cual el municipio hace alarde y por la cual, irónicamente, recibe premios internacionales, pero que a la hora de la práctica dista mucho de cualquier tipo de política pública que proponga soluciones o condiciones dignas de vida. Centros de evacuados que son “guetos” cercados por alambrados, con la Guardia de Seguridad Institucional (devenida en una especie de policía ilegal municipal) «vigilando» una única puerta de entrada y salida, con horarios restringidos de ingreso y egreso para los propios vecinos evacuados, sus familias y sus organizaciones, con restricciones para las actividades económicas llevadas adelante por los vecinos, con un reducido número de baños y duchas sin agua caliente para un gran número de familias, y siguen los ejemplos… Situaciones de emergencia en las que además se manejan discrecionalmente y desprolijamente abultadas sumas de dinero con muchísimas irregularidades.
¿Qué se propone desde el barrio? La concreción del «Plan de Convivencia con el Río»; un proyecto que venimos trabajando desde el barrio hace más de un año, y que espera por una mesa de diálogo que hasta la Corte Suprema de Justicia de la Provincia le dijo al Ejecutivo Municipal que tiene que realizarse. Un proyecto que contiene la forma de transitar y vivir las crecidas que los propios habitantes, desde la experiencia práctica, determinan.
Pero esta situación que está viviendo La Vuelta del Paraguayo no es única en esta ciudad, sino que se asemeja a la de muchos otros barrios constituidos por sectores populares, como Playa Norte, Bajo Judiciales, La Tablada o Villa Oculta. ¿Y por qué se da esto? Porque en determinadas zonas el municipio pretende avanzar de la mano del capital privado para la explotación de recursos que sólo favorecerán a los que más tienen: los dueños del capital, sectores empresariales que intentan hacer sus negocios a cualquier precio, convirtiendo en objeto la humanidad de los habitantes de estos barrios, hasta lograr sus planes de desalojo y «relocalización» para obtener así estas preciadas tierras. Pero ¿son cualquier barrio? No, son barrios de trabajadores que, viven de la changa, de empleos en negro, en la construcción, como empleadas domésticas, de la pesca, desocupados.
Lo mismo ocurre con el promocionado “plan de viviendas” incluido dentro del «Plan de Reconstrucción de la Ciudad de Santa Fe», para el que se destinarán millones de pesos a un proyecto que no fue socializado y por el cual pedimos un informe para saber de qué se trata y obtuvimos como respuesta solamente un bosquejo. Un plan de viviendas que, aseguramos, no contempla la participación de los vecinos, ya que los propios involucrados se enteraron de su existencia por los medios de prensa, sin que ningún gobernante se acercara a hablar previamente del mismo.
¿Qué proponemos? La participación de los vecinos en cualquier proyecto de mejoramiento de las viviendas o de construcción de viviendas nuevas.
Así es también como se avanzó con la relocalización de los boliches bailables, desde la zona de la Recoleta hacia la vera de la Ruta Nacional 168: sin la participación en esa decisión de los principales afectados por la misma, o sea, los habitantes de La Vuelta del Paraguayo, que viven a escasos metros del lugar elegido para esa relocalización y que, por otro lado, ven ocupado de esta forma el lugar donde hace décadas se trasladan durante los períodos de grandes crecidas del río. El municipio no solo no tuvo en cuenta la opinión de los vecinos, sino que, además, invirtió más de 4 millones de pesos para proporcionar servicios de luz, agua y cloacas a la zona, mientras que a pocos metros, un barrio con más de 100 años, no cuenta aún con tales servicios.
¿Qué proponemos desde el barrio? La realización del proyecto de obras prioritarias, que elaboramos en conjunto con los propios habitantes del barrio, presentado en 2014 en el Concejo Municipal y aprobado por este en 2015, y del cual no se lleva realizado absolutamente nada.
¿Escuchó alguna vez la voz de los vecinos el gobierno municipal? No. Inclusive llegó a apelar ante la Corte Suprema de Justicia Provincial, una decisión firme de una jueza que obliga al municipio a reunirse con los vecinos y a escucharnos. Una apelación que, por otro lado, fue rechazada. Y una resolución que ya lleva casi 2 años incumplida por el Ejecutivo.
El gobierno municipal bajo la conducción de José Corral poco tiene de democrático. Porque donde prevalecen las imposiciones, el desprecio, la negación al diálogo sin escuchar las voces de los habitantes de los barrios, donde prevalece el vapuleo burocrático, no puede hablarse de democracia. Donde se imponen y sostienen condiciones inhumanas de vida para muchos en favor de beneficios económicos para otros pocos, no puede hablarse de democracia.
Nosotros apostamos en nuestra construcción, en el día a día y en la prefiguración del mañana, a que los sectores populares seamos los protagonistas de las políticas que transforman y condicionan nuestras vidas. Eso buscamos caminando hacia el Territorio Nuevo.
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